«¡Cómo no vamos a ofrecer LA SALVE en el Hotel Miró si se ve la zona donde estaba la primera fábrica desde nuestras ventanas!»
Leire Betzuen, directora del Hotel Miró
El Hotel Miró fue el establecimiento número 100 de LA SALVE a mediados de noviembre pasado (dos meses después son más de 200). Un hotel extraordinariamente bien ubicado que hace de la acogida cálida a quienes nos visitan por turismo o negocios su bandera. Hemos querido hablar con Leire, su directora, una profesional que vive con pasión el ser anfitriona de los miles de huéspedes que cada año pasan por esta casa. No deja de sonreir. Se le nota que disfruta buscando nuevos detalles que hagan del paso por la Villa toda una experiencia, como ese amigo que todos queremos tener en cada ciudad que se desvive cuando le visitas para que tus vacaciones sean inolvidables.
Fuisteis el primer hotel que ofreció LA SALVE.
Como soy muy romántica, cuando me enteré de que volvía LA SALVE quise que la ofreciéramos aquí cuanto antes. La historia me gustó y me dije «el Hotel Miró tiene que tenerla»; porque es un producto de Bilbao. Nosotros apostamos mucho por los productos locales. Por ejemplo, en el propio buffet de desayunos intentamos dar un giro para que haya productos como la txistorra o el queso Idiazabal. Y, claro, esta cerveza no podía faltar ¡si se ve la zona donde estaba la primera fábrica de LA SALVE desde nuestras ventanas!
¿Y en dónde se puede encontrar?
En nuestras 50 habitaciones. Hemos puesto la cerveza de Bilbao en cada minibar para que quienes nos visitan puedan probar el sabor de la cerveza de aquí. Para nosotros ofrecer LA SALVE es un valor añadido más, un producto local que recomendamos al que viene de fuera y que aquí tendrá la oportunidad de ver y probar. Hemos hecho un esfuerzo para explicar su historia y por eso la hemos traducido al inglés porque la mayoría de quienes nos visitan, sobre el 70%, son extranjeros.
«Hemos traducido al inglés la historia de LA SALVE para que los viajeros que visiten Bilbao la conozcan»
¿De dónde vienen vuestros huéspedes?
Sobre todo de EE.UU o de Francia. Lo de Francia es normal, notamos muchísimo la proximidad geográfica, porque en tres horas ya estás aquí, y la gente aprovecha para venir los festivos o puentes largos, igual que a nosotros nos gusta visitar San Juan de Luz, Biarriz, Burdeos o Bayona por ejemplo.
Un viajero que venga al Hotel Miró, ¿qué encuentra diferente aquí?
El Hotel Miró es como un triángulo, una pirámide de tres factores: la ubicación –entre el Musseo Guggenheim y el Bellas Artes y frente a la Universidad de Deusto– el equipo que lo hacemos posible y el concepto de hotel, que va desde el diseño, el arte o la fotografía.
Harán falta muchos profesionales para mover un proyecto así…
Somos 20 personas, y el 95% estamos aquí desde el comienzo del hotel, desde hace 12 años. Hay un equipo de gente extraordinaria. Aquí empezamos todos subiendo los sofás y muebles
¿Cuántos viajeros pasan por vuestra casa todos los años?
Muchísimos. Nuestro porcentaje de ocupación es del 75%, eso son unas 22.800 personas.
¿Tienden a repetir?
Sí, muchos de ellos vuelven. Tenemos clientes que se mantienen desde que abrimos, incluso familias que viven aquí en determinadas épocas del año, para visitar a familiares y nos eligen. Con clientes extranjeros también, porque funciona mucho el boca a boca, que es la mejor publicidad. Destacan que está muy bien situado, que es muy cómodo, que se sienten acogidos… Es lo que más ilusión nos puede hacer.
Nosotros vendemos mucho Bilbao como centro de conexión o campamento base para conocer también otros lugares
En el hotel habrá mil anécdotas.
Bueno, es que al final en un hotel todos los días son diferentes, nunca es rutinario o monótono, te surgen miles de experiencias, conoces mucha gente y es muy enriquecedor. Al final estás compartiendo el trato con los clientes y de todo se aprende. La gente te aporta muchas cosas.
Muchas veces te viene gente de fuera que trae la ciudad ‘súper empollada’ y que casi se la conoce mejor que tú. Y luego hay otros que no saben casi nada, que vienen principalmente a ver el Guggenheim y al final se van muy sorprendidos, tanto Bilbao en sí, como con el entorno, porque aprovechan para ir a Burgos, a Valladolid o a Madrid. Nosotros vendemos mucho Bilbao como centro de conexión o campamento base para conocer también otros lugares.
¿Qué es lo que les gusta más de Bilbao?
Les gustan mucho nuestras tradiciones, por los pintxos, por el euskera… algunos vienen incluso con alguna frase estudiada: ‘eskerrik asko’, ‘egunon’… Y por supuesto, se van encantados con la gastronomía. Hemos creado un mapa de la ciudad en la que les recomendamos ‘nuestro Bilbao’, por supuesto sin ningún tipo de acuerdo o interés comercial, simplemente porque nos gusta recomendar lo que nos gusta, y donde sabemos que tratan bien a nuestros huéspedes. Es lo que nos gustaría tener a nosotros vuando viajamos, llegar a una ciudad y que nos recomendaran sitios la gente de allí. Entre esos sitios hay unos cuantos establecimientos amigos de LA SALVE como La Viña.
