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Perder para ganar, la historia de Jose Manuel Monje, presidente del Club de Remo Kaiku

Perder para ganar, la historia de Jose Manuel Monje, presidente del Club de Remo Kaiku

jose-manuel-monje-kaiku-remoJose Manuel Monje, presidente del Club de remo Kaiku fue el protagonista de la 25º experiencia LA SALVE. Un encuentro auténtico, como nuestra cerveza, que tuvo lugar en Dock Bilbao y que reunió a una veintena de amigos y socios de LA SALVE para conocer el testimonio de este periodista deportivo, que ha sido capaz de reinterpretar la filosofía de la trainera sestaoarra, la trainera de su pueblo.

8 años, 9 temporadas que este septiembre podrán fin a su paso por el club. Una labor que ha compaginado con su vida profesional, porque como bien explicó, “la locura y pasión por el remo fue lo que me llevó a aceptar este reto. En septiembre me iré dejando al club en buena situación financiera, con material y cantera”.

Una carrera de obstáculos que ha ido superando con el apoyo del resto de la directiva y que ha permitido llevar al club a donde está a día de hoy. “Cuando llegamos el pabellón del club no tenía ni luz y fue lo primero a lo que decidimos hacerle frente. La llegada de la luz, aunque suene exagerado, fue uno de los días más importantes junto a la Bandera de La Concha”.

A partir de ahí, una sucesión de decisiones bien tomadas. La más importante “perder para ganar. La puesta en marcha de la escuela, que actualmente cuenta con 80 chavales, nos permite contar una cantera con grandes posibilidades, chavales que en unos años estarán remando en primera y nos permitirán recoger las victorias que ahora estamos sembrando. Una fórmula que dota al club de una identidad mucho más real y de un mayor sentimiento de pertenencia”. Actualmente, el Club cuenta con un equipo de cadete y otro de juvenil que van acumulando triunfos, y unos chavales que van llegando al primer equipo y que son el futuro.

Tal y como Monje señaló, Kaiku es un club con mucha fuerza y una gran historia, una historia que nada tiene que ver con la marca de leche que lleva su mismo nombre, la que por cierto, es más reciente que el club sestaorra.

Una historia de la que aún queda mucho por escribir.

Aupa Kaiku!